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Montevideo, 29 de julio de 2022 (UNFPA)— “Mi madre es empleada doméstica y vive en España, mi abuela también fue empleada doméstica. Soy la primera mujer de mi familia en haber llegado a la universidad, y eso fue posible gracias a acciones afirmativas”, expresó la activista brasileña Silvana Bahía en el encuentro Jóvenes y Frontera, que tuvo lugar en el centro universitario regional CENUR Litoral Noreste Rivera. Silvana Bahía es comunicadora social y se desempeña como directora ejecutiva de la organización Olabi e integra la plataforma Pretalab dos iniciativas que buscan democratizar la tecnología para todas las personas y promover la participación de las mujeres negras en estos espacios.

Bahía visitó Uruguay invitada por UNFPA con el objetivo de brindar una serie de conferencias en diversos eventos co-organizados junto con gobiernos departamentales y ministerios. Asimismo, se reunió con organizaciones de personas afrodescendientes para compartir su experiencia y generar diálogo y redes de trabajo. Durante los cuatro días que visitó nuestro país, presentó datos sobre la realidad de las personas negras en Brasil y algunas experiencias inspiradoras para jóvenes y mujeres afrodescendientes de Montevideo y de la frontera de Rivera- Santana do Livramento.

“El racismo estructural es algo que permite funcionar a la sociedad como lo hace. El racismo no es una excepción. No es una excepción haber pasado toda la vida académica y no tener un profesor negro, no es una excepción no haber sido atendido por un dentista o médico negro, y nos acostumbramos a eso, y eso es el racismo estructural”, expresó en el coloquio y remató: “Si no se crean cuotas, si no se crean intencionalidad en los procesos de contratación y si no se crean espacios en la política institucionalidad, el resultado siempre va a ser racista porque repite la estructura”.

La activista brasileña se define como una persona curiosa y una activista de sueños, dos características que le han llevado a lugares que no imaginaba y a querer transformar algunas cosas. En ese camino se reunió en Montevideo con AfroRedes (un grupo de jóvenes comprometido con el antirracismo), con quienes mantuvo un diálogo para continuar trabajando en asuntos que tienen en común. Con ese propósito, durante la visita dejó clara su misión: “Yo trabajo por un futuro para que todas las personas quepan”.