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26 oct 2011.
Inmujeres y Naciones Unidas presentan indicadores regionales y nacionales sobre igualdad de género.

Este viernes 28 de octubre se difundieron los últimos indicadores sobre igualdad de género disponibles para Uruguay y América Latina, durante el evento “Estadísticas de género: Haciendo visibles las desigualdades para la elaboración de políticas sociales”.
La actividad es organizada por el Sistema de Información de Género del Instituto Nacional de las Mujeres (SIG, Inmujeres) y el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG, CEPAL) y contó además con el apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA). Participaron Beatriz Ramírez, Directora de INMUJERES, Susan McDade, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas, Franciso Terra, Director de Monitoreo del MIDES, Alejandra Valdés, Coordinadora del OIG – CEPAL y Valentina Perrotta, Responsable del SIG Inmujeres.

Igualdad de género en perspectiva regional

El informe anual del OIG “De los márgenes al centro”, que se presentó durante el evento,  despliega información de la región en torno a tres ejes: autonomía física,  autonomía económica y autonomía política.

La autonomía física se refiere a la capacidad de tener control sobre el propio cuerpo (decidir sobre la salud reproductiva, ejercer libre-mente la sexualidad y gozar de la integridad física en una vida libre de violencia). Entre los países con datos disponibles, Uruguay presenta una de las tasas más altas de muerte de mujeres ocasionada por su pareja o ex pareja: 0,60 por cada 100.000 habitantes, solo superada por República Dominicana.

La autonomía económica se vincula a la capacidad para adquirir y controlar recursos económicos (la posibilidad de generar ingresos propios, controlar los bienes materiales y los recursos intelectuales, y decidir sobre los ingresos y los activos familiares). Uruguay presenta la menor proporción de mujeres sin ingresos propios de América Latina (18,5% frente a la media regional de 31,5%), aunque la proporción de mujeres uruguayas sin ingresos propios triplica a la de los varones.

La autonomía en la toma de decisiones se refiere a la posibilidad de participar plenamente en las decisiones que afectan la vida colectiva e individual (implica la representación paritaria en los espacios de toma de decisiones). Se observa que la proporción de mujeres en el gabinete ministerial en Uruguay se encuentra entre los niveles más bajos de la región (14,3%), al igual que sucede con la representación parlamentaria.

Mayor esperanza de vida y educación, pero menores ingresos, mayor desempleo y baja representación política

Además, se aprovechó la ocasión para presentar las Estadísticas de Género 2010 para Uruguay, que desde 2008 el Sistema de Información de Género de Inmujeres ha venido elaborando para dar visibilidad de las distintas manifestaciones de desigualdad de género en aspectos como contexto sociodemográfico, educación, mercado de empleo, pobreza e ingresos y salud.

Estos datos actualizados confirman, por ejemplo, que las mujeres presentan una esperanza de vida 5 años mayor a la de los varones; acumulan más años de educación: un 18,2% de mujeres alcanza 13 y más años de estudio mientras esto sucede con el 13,7% de los varones; experimentan mayores niveles de desempleo: la tasa de desempleo femenina es prácticamente el doble que la masculina, siendo la situación más crítica la de las mujeres más jóvenes (31,5% frente a 18,9%); siguen evidenciando una brecha salarial desfavorable: 90,3% es la proporción que representa el ingreso femenino respecto al masculino por hora de trabajo en la ocupación principal para el año 2010; y tienen una baja representación política a nivel departamental y local: en 8 departamentos los puestos de Alcaldías son ocupados únicamente por varones y en 14 departamentos el nivel de representación femenina es menor al 40 %.

La producción de indicadores de género, indispensable para visibilizar desigualdades

La producción de indicadores de género es clave para conocer las diferentes situaciones de inequidad que enfrentan las mujeres en diversos aspectos sociales y, por tanto, permiten aportar evidencia empírica para la elaboración de políticas que contribuyan a promover una sociedad más igualitaria. Acuerdos de referencia, como el Consenso de Quito (2007) y Consenso de Brasilia (2010), han hecho hincapié en la necesidad de apoyar la constitución de instancias especializadas que garanticen la producción de información de forma periódica, sostenida y confiable.

Es así como se crea el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG), coordinado por la CEPAL con el apoyo de OPS/OMS, UNFPA, ONU Mujeres, AECID, DGPOLDE y SEGIB. Éste a su vez se alimenta de los observatorios nacionales para producir estadísticas regionales comparadas. En Uruguay es el Sistema de Información de Género (SIG) de Inmujeres quien realiza esta tarea.

Las estadísticas de género buscan incorporar la perspectiva de género en todas las etapas involucradas en su elaboración, incluyendo el diseño de los marcos conceptuales que guían su construcción, el diseño de los instrumentos de recolección de datos, las categorías utilizadas en las variables a ser relevadas, la capacitación del personal involucrado en la recolección y tratamiento de la información, el procesamiento y análisis de la información hasta la presentación y difusión de los resultados.