Usted está aquí

En los últimos 25 años han irrumpido como una nueva generación de Derechos Humanos los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos (ddssrr). Estos han impactado fuertemente en toda la sociedad, pero en particular en la vida y la salud de las mujeres y la infancia. Los equipos de salud y en particular la ginecotocología como especialidad han tenido y tienen el desafío de incorporar estos derechos a la práctica clínica cotidiana.

Acompañando este cambio histórico, Uruguay, en los últimos 15 años, ha desarrollado una transformación profunda con respecto a esta temática, denominada también “Agenda de Derechos”, desde el marco jurídico y normativo sanitario que ha mejorado de manera significativa la salud, la felicidad y la vida de las mujeres, la infancia y toda la sociedad.

Enmarcadas en estas transformaciones, desde la sociedad civil organizada y la opinión pública en general, se incrementan las exigencias hacia las profesiones de la salud para que se incorporen a esta concepción de derechos, abandonado el rol tradicional del paternalismo médico, siempre reticente de incorporarse a esta agenda.

Por lo anterior, es imprescindible una profunda reflexión académica respecto a la praxis profesional y, además, la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (fmed-udelar) tiene el mandato por la Ley Orgánica de involucrarse en esta temática. De hecho, el artículo 2 de dicha ley plantea como “Fines de Universidad” que esta casa de estudios debe: “Contribuir al estudio de los problemas de interés general y propender a su comprensión pública; defender los valores morales y los principios de: Justicia, Libertad, Bienestar Social, los derechos de la persona humana, la forma democrático-republicana de gobierno”.

Desde esta perspectiva, se intentará sistematizar la visión académica, producto de la práctica profesional integral del equipo docente de la Clínica Ginecotocológica A (ginea) de la fmed-udelar en los últimos 10 años. La praxis de ginea se relaciona estrechamente con la que ha desarrollado y desarrolla la asociación civil Iniciativas Sanitarias, un grupo multidisciplinario de profesionales de la salud que hace 20 años desarrolló el modelo uruguayo de reducción de riesgos y daños para el abordaje del aborto inseguro.