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27 ene 2012.
Con esta información el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) pone a disposición una serie de elementos y reflexiones con la intención de facilitar la interpretación de los resultados preliminares del censo 2011 anunciados  el 12 de enero de 2012. El UNFPA es la agencia de Naciones Unidas dedicada a los temas de población y está especializada en los relevamientos censales a nivel mundial, promoviendo la calidad técnica en la ejecución, uso y explotación de los mismos.

La población enumerada en el operativo censal alcanzó 3.251.526 personas. Esto no significa que este sea el número efectivo de población residente en el país. El número efectivo se obtendrá cuando se estime el porcentaje de omisión de la operación de relevamiento. Por omisión censal o error de cobertura, se entiende la proporción de la población que no fue contada en el censo. La población censada siempre es corregida por la omisión. Esta corrección permite obtener la estimación de la población definitiva. Por ejemplo en 1996 la población censada fue 3.163.763 pero se estimó que la población efectiva alcanzaba los 3.232.100. En 2004 la población observada fue 3.241.000, la corregida ascendió a 3.299.341. En 2011, una vez conocido el margen de omisión, la cifra de población observada (3.251.526) se convertirá en una población estimada que superará en algunas decenas de miles este valor. Por ejemplo, para Uruguay un 1% de omisión representa poco más de 30.000 personas (el margen de omisión promedio en la ronda de censos 2000 en América Latina y el Caribe fue de 3,57%).[1]

Sobre conteos, estimaciones y proyecciones

Los censos de población constituyen una operación que proporciona básicamente un conteo de la población sobre el territorio y su caracterización de acuerdo a una serie de dimensiones socioeconómicas predefinidas en el cuestionario censal.

Toda operación de relevamiento de este tipo está sujeta a un margen de error (positivo o negativo) que puede suponer omisiones o duplicaciones. En general los errores se concentran mayoritariamente en las omisiones, es decir,

es decir, zonas geográficas, viviendas y/o personas que no fueron relevadas por la operación.

Las etapas de evaluación de los resultados de los censos de población deben permitir conocer el grado de integridad (omisiones y/o duplicaciones), así como la calidad de los datos recogidos por los censistas.

La evaluación del operativo censal puede realizarse a través de tres estrategias: a) una evaluación directa realizada a través de una investigación en terreno posterior al levantamiento (recuento total o parcial sobre áreas geográficas predefinidas), b) una evaluación indirecta realizada en forma analítica a partir de censos anteriores y datos de nacimientos, defunciones y migraciones; y c) una combinación de ambos sistemas.

 

1. Evaluación directa

Las comprobaciones directas consisten, principalmente en volver a empadronar, al menos una parte de la población, haciéndolo de forma tal que pueda obtenerse una medida del número de personas que fueron omitidas en el recuento censal o incluidas erróneamente en el mismo. Son las denominadas encuestas post empadronamiento. Bajo esta denominación se considera toda estrategia de evaluación que implique volver a terreno con el propósito de re-empadronar ciertos sectores omitidos y/o duplicados, o bien a través de la elección de una muestra representativa, o de un “recenso” total, después del levantamiento, en las áreas elegidas con el propósito de obtener los porcentajes de omisión. También forma parte de esta investigación directa el intentar obtener una medición acerca del contenido y calidad de respuestas consignadas en la boleta o cuestionario censal.

 2. Evaluación indirecta

Este tipo de evaluación se refiere a aquella que se realiza recurriendo a medios analíticos. Ello implica la comparación de las cifras censales entre sí y con los datos obtenidos de otras fuentes o distribuciones teóricas. Así, por ejemplo, la utilización de la “ecuación compensadora” para establecer una evaluación cuantitativa acerca de la integridad del recuento de la población total de un país es un método sencillo y de fácil aplicación. Uno de los procedimientos demográficos más completos para evaluar tanto la cobertura como la composición por sexo y edad de la población al momento de un censo, consiste en comparar esta población con aquellas que resultan de tomar en consideración la población de otros censos o conteos realizados y la evolución de la mortalidad, la fecundidad y las migraciones durante los períodos intercensales. Normalmente esta evaluación se realiza al momento de elaborar las estimaciones y proyecciones de población. El método de proyección se denomina “método de los componentes demográficos” y la operación de evaluación “conciliación censal”.

Fuente: La omisión censal en América Latina 1950-2000, Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), División de Población de la CEPAL, Enero 2006

En Uruguay se utilizarán ambas estrategias de evaluación. En estos momentos se viene completando la Encuesta Nacional de Evaluación Censal (evaluación directa) consistente en un recuento de población sobre una muestra de viviendas en todo el territorio, en el que además del conteo se reitera una serie de preguntas del censo con el objetivo de controlar la calidad de las respuestas.

Una vez obtenidos los resultados de esta encuesta se podrá evaluar el grado de omisión censal así como la calidad de las respuestas relevadas.

A partir de la población efectivamente contada y de la estimación del margen de omisión se llega a la estimación definitiva de la población residente en el país.

En la etapa de elaboración de insumos para las proyecciones futuras de población se realizará la evaluación analítica mencionada anteriormente (evaluación indirecta) para confirmar los márgenes de omisión y dar la mayor precisión a la determinación de la población base (de partida) para las proyecciones.

La proyecciones suelen realizarse a partir de la evolución más probable en los niveles de la fecundidad (que resultará en la cantidad de nacimientos), de la mortalidad (que resultará en la cantidad de defunciones) y de la migración (que proporciona el saldo neto migratorio entre los que emigran y los que llegan a residir en el país). Las proyecciones de población representan escenarios demográficos posibles y no son necesariamente predicciones.

 
Proyecciones

La lógica de las proyecciones de población es la misma que la utilizada para la estimación indirecta de la población y se basa en lo que se conoce como ecuación compensadora.

Su lógica es sencilla, básicamente la misma que cualquier control de stock. Se plantea que la población en un momento dado es igual a la población en un momento anterior más los incrementos (nacimientos e inmigrantes) menos las disminuciones (defunciones y emigrantes).

La medición de la población en uno y otro momento tiene su margen de error asociado al operativo censal y en el caso de que dichos márgenes sean diferentes se debe agregar un nuevo término a la ecuación que es la cantidad de población debida a la omisión diferencial (o trabajar directamente con las poblaciones ya corregidas por el margen de cada medición).

Para el caso del período 2004-2011 la ecuación que sería utilizada para ver la consistencia de los datos sería: 

Pob 2011 + omisión 2011 = Pob 2004 + omisión 2004 + Nacimientos2004/2011 - Defunciones2004/2011+ Saldo Migratorio2004/2011 

Donde las poblaciones 2004 y 2011 serían las enumeradas en cada operativo. 

El Saldo Migratorio es la diferencia entre los Inmigrantes 2004/2011 y los Emigrantes 2004/2011. 

La otra parte de la ecuación (Nacimientos – Defunciones) se conoce como “crecimiento natural”.

El saldo migratorio no se conoce directamente pues no existen herramientas precisas para medir la emigración internacional. Solo se tienen indicadores aproximados de tendencia,  basados en la diferencia entre ingresos y egresos anuales al país. Estos ingresos y egresos son de pasajeros que se trasladan (no es necesariamente gente que migra y cambia de país de residencia). Se toma la resta anual como un indicador de la tendencia del saldo, pero esto no significa una "medición" de la migración.

 La diferencia entre una estimación y una proyección es que la estimación se realiza con datos conocidos y las proyecciones con hipótesis de la evolución futura de los datos en base a las tendencias observadas.

 La importancia de los datos censales

 Un censo de población proporciona un capital de información único. No existe otra base de datos de dimensiones siquiera parecidas, la Encuesta Continua de Hogares, que realiza el INE todos los días del año, actualmente recoge información sobre aproximadamente 150.000 personas. En el caso de Uruguay, una base de datos con más de 3,25 millones de personas es sin lugar a dudas la principal fuente de información para la toma de decisiones con que el país contará en los próximos años.

 Si bien estos elementos técnicos relativos a la exactitud de la cobertura son evidentemente fundamentales para determinar con la mayor precisión posible el número de personas que vive en un país, los relevamientos censales se han venido valorizando cada vez más, especialmente debido a que: i) las nuevas tecnologías elevan significativamente las posibilidades de explotación de la información; ii) la información desagregada territorialmente ha experimentado una demanda que crece a gran velocidad y que proviene de diferentes actores (gobiernos centrales, administraciones locales, sociedad civil, sector privado, etc.); iii) las dificultades de muchos países en desarrollo para sostener registros estadísticos oportunos, cabales y de calidad han subrayado el papel del censo como fuente de información básica de muchas dimensiones socioeconómicas; iv) el censo de población es necesario para establecer marcos muestrales adecuados para diferentes tipos de encuestas nacionales o subnacionales dirigidas a obtener información que no es relevada por el censo.

 

 A partir del conocimiento de la información definitiva proporcionada por el censo inmediatamente se abrirá una serie de líneas de trabajo que son vitales para el conocimiento de la realidad sociodemográfica del país:

  • Determinar la  población  nacional  y  de  sus divisiones geográficas, con fines de política pública, de programación y administrativos. Los estudios territoriales comparativos que suministra el censo son muchas veces la clave en la toma de decisiones para el desarrollo económico de actores públicos o empresas privadas.

  • Ajustar las proyecciones demográficas nacionales y subnacionales totales o desagregadas de acuerdo a diferentes temas.

  • Analizar la situación sociodemográfica de poblaciones poco numerosas (el censo es la única fuente de información que permite identificarlas, medirlas y describirlas).

  • Cuantificar y georeferenciar grupos vulnerables o de interés específico para las políticas públicas (pobreza, desplazados, grupos minoritarios, discapacidad, jóvenes, personas adultas mayores).

  • Elaborar estimaciones de las demandas sectoriales (vivienda, educación, salud, seguridad social, empleo, transporte).

  • Actualizar el marco muestral para estudios en profundidad (Encuestas Continuas de Hogares, Encuestas de Gastos e Ingresos y otras encuestas sobre temáticas específicas).

[1] Fuente: Odette Tacla Chamy(2006). La omisión censal en América Latina 1950-2000, División de Población, Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, Santiago de Chile.


Material de interés para descargar
América Latina: aspectos conceptuales de los censos del 2000 (Seminario Censos 2000: diseño conceptual y temas a investigar en América Latina), División de Población, Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, CELADE; Julio 1999.

La omisión censal en América Latina 1950-2000; Odette Tacla Chamy; División de Población, Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, CELADE; Enero 2006

Evaluación y estimación de la cobertura en los censos de población: La experiencia latinoamericana; Juan Chackiel. (Seguimiento de los avances de la preparación de la ronda de censos 2010 en América Latina: Taller del grupo de Trabajo CEA/CEPAL); Junio 2009

 

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