15 mar 2012.
Mujeres uruguayas lejos de la igualdad en la toma de decisiones
El pasado 14 de marzo se presentó en el Ministerio de Desarrollo Social el estudio “En busca del pleno ejercicio de la ciudadanía: el lugar de las mujeres en la toma de decisiones”. El material fue elaborado por el Sistema de Información de Género del Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social de Uruguay y cuenta con el apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA).
Participaron Daniel Olesker, Ministro de Desarrollo Social, Beatriz Ramírez, Directora de Inmujeres, Susan McDade, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas y Representante de UNFPA, y Valentina Perrotta, responsable del Sistema de Información de Género de Inmujeres. Realizaron comentarios a la publicación el politólogo Gerardo Caetano, la secretaria general del Partido Colorado Martha Montaner, la senadora Mónica Xavier, el presidente del Partido Nacional Luis Alberto Heber y el presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres.
Subrepresentación femenina
El documento, que forma parte de la línea editorial “Cuadernos del Sistema de Información de Género” de Inmujeres, que en números anteriores abordó la situación de mujeres afrodescendientes y la desigualdad en los ingresos, deja en evidencia la subrepresentación femenina en los distintos espacios políticos y de toma de decisiones. Como innovación, esta investigación aborda no solo la participación femenina en los tres Poderes tradicionales del Estado sino en todos los niveles públicos de la toma de decisiones y, en algunos casos, se presenta un análisis comparado con otros países de la región. La principal conclusión a la que llega esta investigación es que las mujeres uruguayas al 2012, a pesar de representar el 52% de la población, siguen siendo un grupo minoritario, númerica y conceptualmente, en todos los ámbitos públicos de decisión analizados en Uruguay.
El estudio detecta una presencia femenina muy baja tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo. Por ejemplo en el Poder Ejecutivo, el avance de la equidad de género no ha sido lineal y ha sufrido un retroceso en el gabinete ministerial actual respecto al anterior. En la historia de los gabinetes ministeriales, la participación de las mujeres ha representado sólo un 4% (11 ministras de un total de 284 cargos). El porcentaje de participación femenina en el Parlamento (15%) está por debajo del promedio regional (23%), a pesar de haber experimentado un incremento de 4 puntos porcentuales en 2009 y de haber sido Uruguay un país pionero en la incorporación de las mujeres en los espacios políticos electivos.
El estudio también analiza las listas electorales a la Cámara de Representantes en 2009, en las que las mujeres representaron el 26%, porcentaje que se reduce al tener en cuenta solo los tres primeros puestos.
En el Poder Judicial se observa una alta representación de las mujeres (63% del total de altos cargos), sin embargo su participación en la Suprema Corte de Justicia ha sido históricamente muy baja y es actualmente nula.
El ámbito que parece ofrecer mayores posibilidades para las mujeres son las alcaldías, donde se alcanzó en esta primera instancia un 25% de los cargos, mientras que el promedio regional en este tercer nivel de participación política es un 8%. Sin embargo la representación femenina en las juntas departamentales no alcanza el 18%, cuatro puntos por debajo de la participación femenina en los poderes legislativos locales en la región. Los niveles más bajos de representación se alcanzan en Colonia, Salta, San José, Tacuarembó y Canelones, con menos de un 10%. Flores y Montevideo (36% y 32%, respectivamente) cuentan con los niveles más altos de representación femenina.
En concordancia con esta situación también se detecta una baja presencia de mujeres en los espacios de más alta responsabilidad en otros ámbitos del Estado, como son los entes autónomos (16 altos cargos de un total de 69), empresas públicas (2 altos cargos sobre 23) y servicios descentralizados (4 sobre 15).
Con estos datos, el documento da cuenta de la distancia que todavía existe para alcanzar una distribución equitativa del poder. Las brechas entre hombres y mujeres están presentes en muchos ámbitos, sin embargo la distancia en la distribución del poder es una de las más amplias y donde se han observado menos avances, sobre todo en Uruguay. Esta investigación constituye un insumo en la elaboración de políticas públicas y propone, entre otras medidas, lograr una distribución más equitativa del tiempo dedicado al trabajo no remunerado, generar cambios culturales, facilitar el acceso de mujeres a cargos de máximo responsabilidad, aprovechar la Ley de Cuotas y fortalecer las condiciones para la igualdad en la participación de las mujeres.
Cuotas
Una medida sobre la que ponentes y participantes debatieron es la aplicación de la próxima Ley de Cuotas, sobre la que Daniel Olesker insistió es un cambio cualitativo importante y llamó al esfuerzo activo de gobernantes, ciudadanos y partidos políticos para revertir la subrepresentación política de las mujeres.
También Susan McDade señaló que Naciones Unidas aguarda con optimismo los resultados de las cuotas y apuntó que la experiencia internacional muestra que una mayor presencia femenina mejora la calidad democrática. Por su parte Mónica Xavier insistió en que no se debe perder la oportunidad de evaluar sus efectos. Y la flamante Secretaria General del Partido Colorado, afirmó que iba a luchar por la cuota política más allá de 2014, por ser un instrumento facilitador para revertir desequilibrios. Los números muestran, añadió, que si no hay instrumentos facilitadores, la igualdad no se consolida.
Pablo Mieres, recordó que fue una visita a países escandinavos lo que hizo ver de primera mano la pertinencia de las cuotas. "Soy partidario de las cuotas", afirmó, "pero ojalá que no sean para siempre". Pero advirtió que hay aspectos que no se pueden solucionar por la vía de las cuotas, como es el caso del ejecutivo, y coincidió en que es imprescindible garantizar la efectiva aplicación de la ley. Luis Alberto Heber también miró con optimismo al futuro en relación a la participación femenina en su partido.
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