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Cada día 20.000 adolescentes en el mundo dan a luz, 200 de ellas morirán a causa del embarazo o complicaciones en el parto. 7.3 millones de adolescentes son madres cada año, de las cuales 2 millones tienen menos de 15 años; para 2030, podrían ser 3 millones de niñas, si no se revierte la tendencia. Estas y otras preocupantes cifras forman parte del Informe Estado de la Población Mundial 2013, “MATERNIDAD EN LA NIÑEZ: Enfrentar el reto del embarazo adolescente”, que se presenta hoy simultáneamente en más de 150 países.

En Uruguay, como en otras partes del mundo, las causas del embarazo adolescente deben buscarse en las desigualdades socioeconómicas, culturales y de género. Su existencia está asociada a la escasa capacidad de elección, por falta de oportunidades, entre proyectos de vida alternativos. Las condiciones de vida críticas de los hogares en que viven las jóvenes aumenta la vulnerabilidad respecto al embarazo precoz y en algunas ocasiones no deseados. En el caso de las jóvenes uruguayas con dos o más Necesidades Básica Insatisfechas, algo más de una cada cinco adolescentes son madres (22,4%), mientras que entre las adolescentes con Necesidades Básicas Satisfechas el porcentaje de madres es muy pequeño (3,6%), según datos del Censo de 2011.

Todavía existen importantes retos que hay que encarar en materia de equidad en la transición a la maternidad en el Uruguay. El papel de las familias, Estado, comunidades y organismos internacionales, como generadores de condiciones que amortigüen los impactos de la transición a la adultez en contextos de riesgos sociales crecientes y complejos, es de vital importancia para que las jóvenes que desean posponer su maternidad lo puedan hacer, y también para que aquellas que ya han transitado a la maternidad a edades tempranas ni sientan hipotecado su futuro.

Sobre la tasa de nacimientos en adolescentes de entre 15 y 19 años, Uruguay cuenta con cifras superiores a la media mundial, siendo de 60 por cada 1000 mujeres la cifra nacional y de 49 la media internacional. Al compararla con datos de la región latinoamericana, cuya media es de 79 nacimientos de madres adolescentes por cada 1000 mujeres, las cifras parecen más alentadoras, pero llama la atención que siendo Uruguay un país de desarrollo humano alto presente similares tasas que países de desarrollo humano medio como Paraguay (63) o El Salvador (65). Los datos se refieren, según país, a la última cifra disponible entre los años 1991 y 2010.

Diferencias territoriales en Uruguay
La fecundidad adolescente en Uruguay tuvo incrementos coyunturales entre 1996 y 1998, alcanzando una tasa de fecundidad adolescente de 72 nacimientos anuales por cada mil mujeres, aunque esta situación se revirtió en los años siguientes. Esta cifra parece mostrar una resistencia a la baja de la fecundidad y las causas están relacionadas con la consideración de sus condiciones de vida, cruzadas por desigualdades económicas, sociales territoriales y de género.
De acuerdo a un estudio reciente realizado por el Programa de Población de la Facultad de Ciencias Sociales de la UDELAR, en el marco del proyecto de explotación de los datos censales (Atlas Sociodemográfico del Uruguay), los datos totales ocultan diferencias territoriales. Los departamentos que presentan un mayor porcentaje de madres adolescentes son Artigas y Río Negro (ambos en un 14%). Por el contrario, Cerro Largo y Rocha, que eran departamentos con elevados porcentajes, reducen estos guarismos a 12,41% y 10,71%, respectivamente. Los departamentos con menor porcentaje de madres adolescentes están ubicados en la región sur del país: Colonia, San José, Florida, Canelones, Montevideo, Lavalleja y Maldonado, con los valores extremos en Lavalleja (7,44%), Canelones (8,57%) y Montevideo (8,03%).
En Montevideo el porcentaje de madres adolescentes es menor a la media del país, en ambos censos de 1996 y 2011 (11% y 8% en Montevideo en relación a 14% y 10% en el total del país). La heterogeneidad se expresa en los porcentajes de madres adolescentes en algunos barrios, cercanos a cero (Carrasco, Pocitos, Punta Gorda y Punta Carretas), mientras que llegan hasta el 14% en Manga y a 17% en Toledo Chico y Casavalle. Esta heterogeneidad territorial responde en gran medida a la asociación de los distintos barrios con diferentes valores en las principales variables socioecónomicas. La distribución es muy clara: los barrios del cinturón de la ciudad, donde se ubican los hogares con peores niveles de bienestar, concentran los mayores porcentajes de madres adolescentes, mientras que los barrios que se encuentran en la costa de la capital, que alcanzan mejores niveles vida, tiene un porcentaje de madres adolescentes muy bajo.
En cuanto a la ascendencia étnico racial, el porcentaje de madres adolescentes afro en Uruguay es de 14,2% mientras que las no afro son madres en un 9,1%.