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En la celebración de este día, las Naciones Unidas se han centrado en la cuestión del matrimonio en la niñez, en el entendido de que priva a las niñas de oportunidades, pone en peligro su salud, aumenta su exposición a la violencia y los abusos y tiene como resultado embarazos precoces y no deseados, que a menudo colocan en peligro sus vidas. De acuerdo a datos de la organización, si la madre es menor de 18 años, el riesgo de que el hijo muera durante el primer año de vida es 60 veces mayor que el riesgo de un niño cuya madre tiene más de 19 años.

A nivel mundial, aproximadamente una de cada tres mujeres entre los 20 y 24 años, unas 70 millones de jóvenes, se han casado antes de cumplir los 18 años. Si bien se ha reducido el porcentaje total de niñas casadas, en los últimos 30 años el problema persiste, en particular en las zonas rurales y entre los más pobres. De continuar la tendencia actual, el número de niñas que contraerá matrimonio antes de cumplir los 18 años se aproximará a los 150 millones en el próximo decenio.

El Sistema de las Naciones Unidas reconoce el compromiso de Uruguay para ajustar sus disposiciones internas en la materia, que corresponden a concepciones ya superadas. Sin embargo y en consonancia con este llamamiento mundial, este 11 de octubre de 2012 - Día Internacional de la Niña- quiere, a través de su Coordinadora Residente, Susan McDade, recordar el señalamiento realizado en 2009 por el Comité de Derechos del Niño al país donde se “lamenta que la edad mínima para contraer matrimonio siga siendo demasiado baja y discriminatoria en su aplicación, ya que la edad de 14 años se aplica a los niños, mientras que dicha edad mínima es de sólo 12 para las niñas” e insta al “Estado uruguayo a que realice una nueva reforma de su legislación para establecer la edad mínima para contraer matrimonio en 18 años, aplicable por igual a niños y niñas”.

En el mismo sentido, reitera la exhortación realizada por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer al Estado en 2008 de elevar la edad mínima para contraer matrimonio a los 18 años de edad, tanto para hombres como para mujeres.

Por su parte, en el mensaje dedicado a esta celebración, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, señala que la inversión en las niñas es un imperativo moral: es una cuestión de justicia e igualdad elementales. Constituye una obligación en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Es también fundamental para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y el fomento del crecimiento económico, y para crear sociedades pacíficas y cohesionadas.

“La educación de las niñas es una de las mejores estrategias para protegerlas contra el matrimonio en la niñez. Cuando se les permite seguir en la escuela y no casarse prematuramente, las niñas pueden sentar las bases de una vida mejor para sí mismas y sus familias. Y si ya se han casado jóvenes, el acceso a la educación, las oportunidades económicas y los servicios de salud, incluidos los de prevención del VIH y de salud sexual y reproductiva, contribuirá a enriquecer sus vidas y mejorar su futuro”, añade el Secretario General en su mensaje.
En tal sentido, Ban Ki-moon insta a los gobiernos, los dirigentes comunitarios y religiosos, la sociedad civil, el sector privado, y las familias, especialmente los hombres y los niños, a que promuevan los derechos de las niñas, entre otras cosas mediante las Convenciones pertinentes, la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo.

“Guiémonos por el lema del día que celebramos hoy: ‘Mi vida, mi derecho, no al matrimonio en la niñez’, y hagamos lo que nos corresponde para permitir que las niñas sean niñas, no esposas”, concluyó en su mensaje.
 

 

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