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MTSS y UNFPA analizan viabilidad de extensión de licencias, salas de lactancia y centros CAIF en el mundo de trabajo, entre otros

1 set 2012.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), suscribieron un Acuerdo de Entendimiento para la ejecución de un proyecto de cooperación en materia de diseño e implementación de políticas orientadas a incrementar la igualdad entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo.

El acuerdo se presentó el viernes 31 de agosto en la Torre Ejecutiva, con la presencia del ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, de la Coordinadora Residente de Naciones Unidas, Susan McDade y del representante auxiliar de UNFPA en Uruguay, Fernando Filgueira.

Brenta señaló que es “necesario construir madurez en los actores sociales a los efectos de que se plasmen en la realidad estas iniciativas”. Y añadió que “construir una sociedad con mayor equidad de género es un objetivo en el cual el gobierno está efectivamente comprometido”. Al respecto, recordó que los esfuerzos realizados desde el año 2005 han dado sus frutos. Ejemplo de ello es la inclusión cada vez mayor en los convenios colectivos, de cláusulas referidas a temas de género. Aunque, señaló, se deben aunar aun más los esfuerzos para pasar de compromisos programáticos, a la acción.
Susan McDade mostró el compromiso de las diferentes agencias de Naciones Unidas en Uruguay en pro de la igualdad de género. Insistió en que se debe promover la igualdad política, social y económica entre hombres y mujeres, una constante no sólo en Uruguay, sino a nivel internacional, independientemente del nivel de desarrollo. “Existe poca autonomía económica para las mujeres y desigualdad en lo que ganan hombres y mujeres por el mismo trabajo”, subrayó.

En esta línea, Fernando Filgueira citó como referencia el caso de los países nórdicos, donde la distancia de la participación de hombres y mujeres en el mercado de trabajo es de 4 o 5 puntos porcentuales, la fecundidad se sostiene en torno a las tasas de reemplazo y la pobreza infantil es de las más bajas en los paises de la OCDE. “Esta configuración virtuosa, se logra en una sociedad que invirtió durante mucho tiempo en reconocer que trabajo remunerado y no remunerado son parte de las funciones productivas y de bienestar de la sociedad en su conjunto”.

Desigualdad en el entorno laboral
El proyecto nace ante las brechas por razones de género que siguen persistiendo en el ámbito laboral. Según datos recientes del Sistema de Información de Género de Inmujeres, la tasa de actividad y empleo de las mujeres es 20 puntos inferior a la de hombres, agravándose especialmente en localidades menores de 5000 habitantes (47,8 frente a 77,5), mujeres afrodescendientes (con tasas de desempleo que duplica la de hombres afrodescendientes) y mujeres jóvenes entre 14 y 21 años (con una tasa de desempleo de 27,3%, nueve puntos superior a la tasa joven masculina).

Las tareas de cuidados familiares parecen ser la principal razón detrás de estas diferencias entre varones y mujeres, ya que las uruguayas disminuyen su participación en el mercado laboral a medida que aumenta el número de hijos en el hogar. La tasa de actividad presenta más de 10 puntos de diferencia entre aquellas que no tienen hijos y aquellas que tienen tres hijos o más. Las mujeres frente a los hombres cargan en sus hombros con dos terceras partes de las horas de cuidados. En promedio dedican casi 35 horas semanales a trabajar en forma no remunerada en el hogar, en tanto los hombres destinan alrededor de 13.

Cuatro líneas de trabajo
El proyecto busca contribuir a revertir estas tendencias, especialmente promoviendo la incorporación de mecanismos en los convenios laborales que compatibilicen tareas productivas y reproductivas. Para ello se desarrollarán cuatro líneas de trabajo:

- Talleres de sensibilización y debate con empresas y sindicatos sobre modelos amigables para repartir tareas de cuidados entre hombres y mujeres que se realizarán en colaboración con la ONG Red de Género y Familia.
- Estudio de la viabilidad para extender la experiencia CAIF al mundo del trabajo.
- Investigación para evaluar el impacto de diferentes modelos de extensión de licencias por maternidad y paternidad sobre el empleo y el salario de hombres y mujeres.
- Elaboración de protocolo para prevención del acoso sexual para todas las dependencias del Estado.

CAIF en el lugar trabajo
Así se pretende revisar una batería de posibles instrumentos que pueden utilizarse para facilitar el balance entre trabajo y vida familiar, que incluyen la instalación de salas de lactancia, flexibilidad horaria, desarrollo de guarderías, negociaciones colectivas, licencias por nacimiento y enfermedad, entre otros.

Como experiencia piloto se organizarán reuniones de trabajo con INAU, CAIF, Mides y el Proyecto Uruguay Crece Contigo para valorar la posibilidad de desarrollar en 2014 cuatro experiencias piloto de “CAIF ocho horas”. Aprovechando la experiencia exitosa de la modalidad de los centros CAIF, gestionados por asociaciones civiles, se promoverá la constitución de este tipo de asociaciones con la participación de sindicatos y/o empresas para gestionar centros de 8 horas en el lugar de trabajo para niños entre 18 meses y 3 años.

Algunos datos de interés
- Las mujeres presentan una tasa de actividad y de empleo veinte puntos inferior a la de los varones, y una tasa de desempleo significativamente superior.
- El desempleo afecta fundamentalmente a las mujeres de los hogares pobres (una de cada cinco está desempleada), el doble que los varones pobres y el triple de las mujeres no pobres.
- Resulta realmente grave la situación de desempleo de las mujeres jóvenes entre 14 y 21 años, quienes presentan una tasa de desempleo de 27,3%, nueve puntos superior a la tasa joven masculina.
- Las mujeres con más de 16 años de estudios ganan casi una cuarta parte menos (un 23,9%) que los varones con el mismo nivel educativo.

 

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