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Montevideo, 29/11/2022, Fondo de Población de las Naciones Unidas)— “Mi derecho a ser mamá” es el nombre de la campaña en redes sociales organizada por las organizaciones de la sociedad civil Partners of the América Uruguay – Comité Salud, y la Red de personas con VIH, conjuntamente con el Fondo de Población de las Naciones Unidas y ONUSIDA Uruguay, que apunta a concientizar sobre el derecho a la maternidad de las mujeres con VIH. La propuesta se lanza conjuntamente en estas dos agencias de Naciones Unidas en Uruguay y Argentina.

 

“Durante mucho tiempo y todavía hoy para las mujeres con VIH persisten barreras simbólicas que obstaculizan su derecho a la maternidad, incluso en los centros de salud. Entendemos que derecho a dar vida es un derecho de todas las mujeres siempre que sea su deseo. Esta campaña lanzada en Argentina y Uruguay reconoce la persistencia de prejuicios y prácticas asociadas a estos”, señala Juan José Meré, asesor de VIH/Sida del Fondo de Población de las Naciones Unidas.

 

El tramo etario con mayor impacto del VIH en varones y mujeres es entre los 15 y 44 años (promedio de 37 años para ambos sexos), por eso la iniciativa busca hacer hincapié en los derechos reproductivos, enfatizando el derecho de las mujeres con VIH a elegir si tener o no hijos; lo que implica el derecho a obtener información clara y veraz por parte de los equipos de salud y a recibir una atención empática y de calidad, libre de prejuicios y estigmas.  

 

Un estudio a 50 mujeres con VIH

 

Las cuatro organizaciones llevaron adelante un estudio realizado en base a una encuesta por bola de nieve con una muestra por conveniencia (no probabilística) a mujeres que cursaron su embarazo con diagnóstico VIH positivo. Esta investigación arroja algunos resultados que fundamentan la campaña.  De 50 mujeres encuestadas (casi 75% de Montevideo, Canelones y Maldonado), más de la mitad afirmó haber tenido solo un hijo desde que fue diagnosticada. Un 58% de las encuestadas fueron derivadas durante el embarazo al centro de referencia materno infantil del Hospital Pereira Rossell.

 

El 44% de las encuestadas menciona que se sintieron apoyadas en el proceso de embarazo por parte del centro de salud en el que se atendía, mientras que un 26% no cree haber recibido apoyo. También vinculado con los equipos de salud, el 58% asegura haber recibido información clara sobre los cuidados durante el embarazo y el puerperio frente a un 36% que dice no haber recibido información clara. Un 60% afirma que haber tenido un buen trato por parte del personal de la salud al momento del parto frente a un 20% que sintió malos tratos por parte del personal de salud.

 

Asimismo, el 48% de las encuestadas afirmaron estar bien asesoradas con respecto a la lactancia por parte del equipo de salud, mientras que un 52% menciona que no recibieron información clara sobre el tema. Un 48% del total de encuestadas afirma haber recibido información clara sobre la suspensión de la lactancia y los medicamentos recetados para su supresión, mientras que casi un 52% afirma no haberla recibido. Un 60% de las mujeres encuestadas comenta que el personal médico le aconsejó no tener hijos frente un 36% que no tuvo esa experiencia.

 

Del total de mujeres que respondieron la encuesta, un 18% afirma que la pareja no quiso continuar con la relación al momento de enterarse del embarazo frente un 7% que no continuó la relación por decisión de su pareja al momento del nacimiento.

 

En una indagación por el apoyo que recibieron por parte de la familia, se observa que al menos un 38% de las encuestadas afirman no haber sentido nada de apoyo durante el embarazo frente a un 40% que menciona haberse sentido apoyada por el grupo familiar. Con respecto al apoyo recibido por parte de sus parejas, el 38% afirma no haber sentido apoyada por su compañero/a frente a un 51% que menciona haberse sentido apoyada por su pareja durante el embarazo.

 

Llamado a la acción mundial: Igualdad Ya

 

El lema mundial para este año en la conmemoración del Día Mundial del Sida apunta a la igualdad de derechos.  ONUSIDA insta a abordar las desigualdades que están frenando el progreso para poner fin al sida. El llamamiento a la acción exhorta a los países a comprometerse a:

  • Aumentar la disponibilidad, la calidad y la idoneidad de los servicios para el tratamiento, las pruebas y la prevención del VIH, para que todas las personas reciban la atención que precisan. 
  • Reformar las leyes, políticas y prácticas para abordar el estigma y la exclusión a los que se enfrentan las personas que viven con el VIH, los grupos de población clave y las poblaciones marginadas, de modo que todo el mundo sea respetado y bienvenido 
  • Garantizar el intercambio de tecnología para permitir un acceso igualitario a la mejor ciencia para el VIH, tanto entre las comunidades como entre el sur y el norte del mundo. 

Los nuevos datos de ONUSIDA sobre la respuesta mundial al VIH revelan que durante los dos últimos años de la COVID-19 y otras crisis mundiales, el progreso contra la pandemia del VIH ha decaído, los recursos se han reducido y, como resultado, hay millones de vidas en riesgo. 

Tras cuatro décadas de respuesta al VIH, las desigualdades persisten en los servicios más básicos, como el acceso a las pruebas de detección, el tratamiento y los preservativos, y son aún mayores en el caso de las nuevas tecnologías.