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Tras el relevamiento en el que participaron 266 voluntarios y voluntarias para conocer la cantidad de personas en situación de calle y las causas de la misma, el Ministerio de Desarrollo Social presentó los resultados a instituciones, organismos internacionales y la prensa.

El encuentro contó con la presencia de la Ministra Marina Arismendi, Ana Olivera (Sub Secretaria de Desarrollo Social), Juan Pablo Labat (Dir. Nac. De Evaluación y Monitoreo del MIDES), Martín Moreno (Dir. De Evaluación del MIDES), Mireia Villar (Coordinadora Residente de las Naciones Unidas), Stefan Liller (Rpte. del PNUD), Valeria Ramos (Rpte. del UNFPA) y Luz Ángela Melo (Rpte. de UNICEF).

Ana Olivera reconoció el gran esfuerzo interinstitucional realizado para el abordaje de esta compleja tarea a la vez que agradeció al Sistema de Naciones Unidas por el apoyo brindado al acompañamiento de la actividad: “las y los representantes no sólo dieron su apoyo en lo logístico, sino también con su presencia esa noche del censo en la que hicieron parte del voluntariado” subrayó.

Durante la noche del 9 de abril se contabilizaron 2038 personas en situación de calle, de las cuales 1043 se encontraban a la interperie y 955 en refugios del MIDES. En comparación con los datos obtenidos en 2016, esto representa un aumento del 18,4%.

A pesar de este aumento en el que además se demostró que de cada 10 personas en situación de calle 9 son varones con una edad promedio de 38 años, se conoció que al igual que en el censo del 2016, en 2019 no existen en Montevideo niños, niñas ni adolescentes en situación de calle.

El director de evaluación del MIDES Martín Moreno, destacó que gracias al afinamiento de la metodología para realizar el trabajo, para el censo de este año se amplió la zona del recorrido en un 18,9% respecto al del 2016, también aclaró que la categoria de persona en situación de calle incluye tanto a las personas que se encuentran a la interperie como a las que pernoctan en los refugios dispuestos.

Entre las causas más significativas que motivan la situación de calle, se encuentran la ruptura de vínculos familiares, sentimentales e institucionales (50%) seguida del consumo problemático de sustancias (30%).

Para Juan Pablo Labat: “este problema que inunda a las ciudades de todo el mundo tiene un conjunto de factores determinantes que crecen a un ritmo que hacen que las personas tengan propensión a estar en la calle”. En este sentido, la ministra Marina Arismendi alertó sobre un modo de pensar del conjunto social que está tomando fuerzas ante estos temas: “es el concepto de humanidad excedentaria: es el que dice yo no quiero ver a esas personas, pónganlo donde yo no los vea. Este es el problema de fondo”. La jerarca contrastó esta actitud con experiencias exitosas como la “familia amiga” que permite que niños y niñas bajo amparo del INAU tengan relaciones afectivas y de acompañamiento con familias voluntarias.

Mireia Villar, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas invitó a los medios de comunicación a asumir con responsabilidad el tratamiento de estos temas para evitar estigmatización hacia estos grupos vulnerables a la vez que destacó la importancia de que exista una “humildad institucional para explorar nuevas acciones y repensar las políticas ya existentes para abordar fenómenos como la ruptura de vínculos familiares, en el hogar, en las instituciones”.

Por su parte, Valeria Ramos, oficial a cargo de UNFPA destacó la rigurosidad y la transparencia con la que la institucionalidad abordó este estudio y enfatizó: “tenemos que preguntarnos qué pasa con la construcción de la masculinidad, que pasa con los varones que son quienes son principalmente los que están en situación de calle relacionada con el gran problema del desvínculo”.