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En la jornada del 24 de marzo, con una audiencia de más de 300 personas en las distintas plataformas virtuales, se realizó la presentación del documento de incidencia del proyecto Zoom a tu voz “Una aproximación a la realidad de las y los adolescentes y jóvenes afrodescendientes en Uruguay”.  Además de los y las participantes de Uruguay, la iniciativa logró convocar a personas de distintos países de la región  como Brasil, Perú y Argentina.

El documento presentado tiene la singularidad de lograr aunar los últimos datos cuantitativos disponibles sobre la temática con las voces de los y las jóvenes que participaron de esta iniciativa de participación juvenil.  En palabras de Fernando Filgueira, representante de UNFPA en Uruguay, se trata de un “documento que combina lo vívido de lo vivido y los datos duros para generar empoderamiento, conocimiento e incidencia”.

En este sentido, para el representante de UNFPA en Uruguay “la forma que se trabajó en el proyecto zoom a tu voz y en esta instancia de participación no es formalidad o protocolo. Es sustancia de cómo UNFPA entiende que debemos de trabajar en la articulación entre sociedad civil y estado para poder avanzar agendas transformadoras que logren cerrar brechas y obturar los mecanismos discriminatorios y de asimetrías que afectan el ejercicio de derechos de la población afrodescendiente en nuestro país y en la región”.

El panel de presentación del documento estuvo integrado por su autor Mauricio Coitiño (Instituto Afrodescendiente para el Estudio, la Investigación y el Desarrollo) junto a un grupo de jóvenes participantes del proyecto.  Serrana Silva, Nancy Méndez, María José Gordillo y Yamila Denisse Méndez compartieron sus experiencias y le pusieron rostro al conjunto de demandas y propuestas presentadas.

Luego, se abrió un segundo panel dedicado a comentar el documento. El primero en tomar la palabra fue el director del INJU, Felipe Paullier, quien valoró la iniciativa como “un espacio de enorme valor. Trae recursos, información y experiencias que para nosotros son de valor en la construcción de espacios de participación juvenil”.

“Para mí es clave felicitar a los jóvenes que participaron. Nos permite irnos con un montón de testimonios, de análisis que son de enorme valor porque son de personas protagonistas. En el INJU creemos en este tipo de espacios de participación. De mi parte, abrir la la puerta para que esto no quede en este zoom, en esta instancia de escuchar sino tal vez es el inicio de que se pueda desarrollar un espacio de participación en esta temática que es tan clave y que no siempre está tanto en la agenda”, puntualizó Paullier.

Por su parte, la senadora Gloria Rodríguez quien participó como comentarista del documento, ratificó su compromiso para trabajar en pro de la participación de los y las jóvenes afrodescendientes. “Sepan que estamos a la orden para trabajar, para apoyar. Tenemos muchas cosas para hacer. Quiero felicitar a estos jóvenes valientes que hoy han decidido compartir con nosotros sus experiencias. Experiencias que son reales. Porque nosotros las conocemos. Así que adelante, a seguir trabajando”, concluyó.

La directora de la división de Derechos Humanos del Mides, Rosa Méndez, también integró el panel de comentaristas donde informó que el Mides tiene en agenda para el quinquenio líneas de trabajo en concordancia con las sugerencias y propuestas del documento de incidencia. En este sentido, compartió que desde su división está trabajando con el programa Enlace Educativo para atender el problema de la desvinculación temprana que viven los jóvenes afro con acciones de formación a personal docente y también a nivel curricular.

“Yo creo que hay un avance en políticas públicas referida a nuestra población afrodescendiente pero obviamente es un avance que viene muy lento y que no se está notando todavía. Si hoy jóvenes cuentan que viven situaciones de discriminación similares a las de mi generación o generaciones más atrás, nos señala que tenemos que trabajar mucho más. El racismo estructural que existe acá está plasmado”, enfatizó la jerarca.

El cierre del panel de comentaristas - que fue moderado por Yandira Álvarez, presidenta de ColectivaMujeres - estuvo a cargo de la especialista brasileña Inés da Silva Barbosa, del Instituto Afrodescendiente. “Al leer y analizar este documento de incidencia es mandatorio que se ubique que estamos hablando de relaciones de poder, de proyecto político libertario, de voluntad política que tiene que ser genuinamente desracializada.  Porque si no, quedamos en lo mismo. Es importante enmarcar el rol que el movimiento de hombres y mujeres afrodescendientes uruguayo tuvieron y tienen en el contexto regional y global, y nombro aquí a la Conferencia de Duban”, comentó la activista.  

El lanzamiento del documento de incidencia se realizó en el marco del 21 de marzo, Día Internacional de Internacional de Eliminación de la Discriminación Racial y es organizada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA URUGUAY), ColectivaMujeres, el Instituto Afrodescendiente para el Estudio, la Investigación y el Desarrollo y el Centro de Formación para la Integración Regional (CEFIR).

Protagonistas toman la palabra.  

La presentación del documento, como cada una de las actividades del proyecto, tuvo como protagonista a jóvenes que desde el mes de agosto de 2020 han participado del proyecto Zoom a tu voz. Nancy Méndez, Serrana Silva, María José Gordillo y Yamila Méndez, jóvenes participantes del proyecto, fueron las responsables de ponerle rostro al proyecto y compartieron sus reflexiones.  

Foco en los estereotipos.

“Yo soy Nancy Méndez. Tengo 28 años, vivo en el barrio de Piedras Blancas y soy una joven orgullosamente Afrouruguaya. Empecé a participar en Zoom a tu voz cuando me apareció una publicidad en una red social. Me llamó la atención desde el nombre. Cuando llegué ahí, empezamos a hablar y a ver de qué se trataba. Empezamos a tratar diversos temas. Nos fuimos sintiendo identificados entre nosotros. Hablamos de nuestra identidad, de nuestra historia, de las situaciones que nos han marcado en la vida y fuimos sintiéndonos en comunidad.

Uno de los temas que más tratamos fue el de los estereotipos que persisten y que tenemos que luchar diariamente con ellos. Estereotipos sociales, morales, sexuales. Sentimos que nos cosifican y se utilizan nuestros rasgos. Obviamente, eso repercute en cómo nos expresamos, en cómo vivimos nuestra sexualidad, en cómo vivimos nuestra vida.

Otro tema recurrente, fue el tema del cabello. Yo personalmente pienso que es elemento con el que muchas veces nos han violentado. Son muchas las situaciones discriminatorias vividas a partir de nuestro cabello.  Situaciones, por ejemplo, que vivimos a diario es que te quieran tocar el pelo sin nuestro permiso o consentimiento, como si no fuera parte de nuestro cuerpo. Y eso se siente muy invasivo y se vive muchísimas veces desde la niñez.

Fuimos contando nuestras historias y a todos nos pasaba. En este espacio se creó confianza, libertad para hablar de estos temas. Queremos que se siga dando y que llegue a muchas más personas, en todo el país.”

La ausencia de representaciones. 

Yo soy Yamila Denise Méndez. Tengo 23 años. Soy una joven Afrouruguaya, vivo en el departamento de Montevideo, en el barrio Cerro. Estoy muy contenta de participar en esta instancia de Zoom a tu voz, dónde me encontré con jóvenes con vivencias y experiencias muy parecidas a las mías.

También compartimos la experiencia de no ver nuestra identidad reflejada en los medios masivos de comunicación y en posiciones de relevancia pública. En la actualidad, sólo en julio – mes de la afrodescendencia – y en febrero con las Llamadas, que nos vemos en las pantallas. Esta vivencia viene desde nuestra niñez, cuando en la escuela el relato histórico sobre las personas afrodescendientes queda relegada al aguatero, la lavandera y Ansina, el cebador de mate.

Nos llama muchísimo la atención cuando vemos a un chico o a una chica negra en una publicidad. Por un lado, nos alegra. Pero también significa que no es algo que veamos en lo cotidiano, aún no lo tenemos naturalizado.  Poder verme en los medios y en la historia de mi país es un estímulo y una inspiración. Me ayuda a sentirme identificada y empoderada.

Educación para cambiar.

Yo soy María José Gordillo. Soy una estudiante de tecnología de 19 años. Soy del barrio Jardines del Hipódromo. En Zoom a tu voz hablamos mucho sobre cómo incide la educación, a nivel institucional, en nuestra sociedad. ¿Cómo nosotros aprendemos lo que significa ser una persona afrodescendiente? En la escuela, en el liceo, nosotros aprendemos siempre lo mismo. Nos hablan de la esclavitud, de los negros africanos y no se extienden mucho más. Quedamos reducidos a ese lugar.

Eso impacta en cómo y en quiénes nosotros nos vemos reflejadas. Los centros educativos no están preparados. No sólo sobre lo que nos enseñan sino también para atender situaciones en las que vivimos el racismo dentro de las escuelas o liceos.  No son espacios amigables para nosotros. Profesores, adscriptos o directores no saben abordar esas situaciones, no saben reconocer cuándo es una situación de racismo y no saben frenarlo en el momento. Eso hace que nosotros nos queremos ir de esos espacios.

Ahora ¿qué pasa con los y las jóvenes afro que no se perciben como tales? Sería genial que puedan llegar a espacios como Zoom a tu voz para encontrarse, reconocerse y cambiar la realidad de a poco. No tenemos lugares para estar, para encontrarnos. Nos faltan referentes. Sólo si tenés una familia que milita contra el racismo, si saliste a buscar, te llegan las oportunidades para participar.

Es todo un ciclo. Nosotros salimos de esos centros educativos y vamos a nuestras casas, donde también encontramos ciertos comentarios y asociaciones. “Los negros de la esquina” es una de las tantas frases que circulan sin reparar en el daño que la reafirmación de estereotipos negativos, asociándonos con la delincuencia.

Esto hace que sea muy difícil que las personas se reconozcan como afrodescendientes. ¿Qué rol cumple la educación? Si en los centros educativos y en la calle escuchamos sólo cosas negativas sobre lo que significa ser una persona afro, luego nosotros lo llevamos a nuestras casas y eso hace que no crezcamos en autoestima y percepción sobre nosotros mismos. Hace falta en los centros educativos personas preparadas, hacer talleres, cambiar contenidos.

Por más participación.

Yo soy Serrana Silva, una joven afrodescendiente de 29 años. Estudio comunicación social y relaciones laborales. Integro el grupo de jóvenes afro del proyecto Zoom a tu voz. Estoy aquí tomando la palabra para hacerles llegar mi opinión y la de mi grupo. Queremos que las oportunidades de participación se hagan más visibles.

El sistema educativo juega un rol clave. Por ejemplo, si es un sistema que nos expulsa, los y las jóvenes que abandonaron sus estudios por falta de apoyo también quedan fuera de las oportunidades de participación. Y quienes nos mantenemos dentro, tampoco somos estimuladas a participar como ejercicio de nuestra ciudadanía. Urge derribar los obstáculos para participar que tenemos los y las jóvenes afro.  Es nuestro derecho y no un privilegio.

Invitamos a las instituciones a hacer foco en la participación de los y las jóvenes afro. Es vital que la información llegue a tiempo. La información tiene que difundirse de forma amplia, no puede quedar en la burbuja de quienes estamos trabajando o interesados en el tema

Se requieren esfuerzos para que las convocatorias e iniciativas lleguen a todos y todas las jóvenes afro que viven en todo el país. No sólo estamos en Montevideo, estamos en Artigas, en Rivera, en Cerro Largo. Estamos en todos los departamentos. Se necesitan iniciativas como Zoom a tu voz con alcance nacional. Queremos encontrarnos para amplificar nuestras voces, porque somos un montón.

Los datos duros de la desigualdad racial y la exclusión en Uruguay.

Mauricio Coitiño inició su presentación explicando que el documento busca poner en diálogo “los datos duros con las vivencias, con las experiencias reales y diarias de los y las jóvenes afro en Uruguay”.  Coitiño tomó como punto de partida los datos del Censo 2011, el que el 8,1 de la población se declaró afrodescendiente, esto corresponde a 255.074 personas. Por tanto, siguiendo los datos del Censo, 30,6 de la población afro son adolescentes y jóvenes de 12 a 29 años, lo que permite estimar que un universo de 89.607 personas.

 Sobre la dimensión pobreza y privaciones, el autor afirmó que la población afro tiene una incidencia significativamente mayor a la población en general y particularmente “si analizamos esta dimensión en niños, niñas y adolescentes menores de 18 años, vemos que ha habido una reducción sistemática de la pobreza, pero se mantiene una brecha importante con una incidencia para 2018 del doble de la pobreza para niños, niñas y adolescentes afrodescendientes en comparación a sus pares no afro. Estamos afirmando aquí que uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes afrodescendientes en Uruguay, están afectados por la pobreza”.   

Coitiño presentó datos del índice de privaciones múltiples del estudio realizado por CEPAL y UNICEF en el año 2013.  El autor señaló que el 41,8 % de los y las jóvenes afro presenta algún tipo de carencia en alguna de las dimensiones relevadas – salud, vivienda, educación, tiempo libre - con relación al 28,5 de los y las jóvenes no afro.  La vivienda aparece como la dimensión con mayor frecuencia de privaciones, seguida de tiempo libre.

Luego, el autor hizo foco en la educación y el rezago escolar.  “Cuando vemos los logros escolares de los y las jóvenes, nos encontramos con uno de los datos más duros”, concluyó. En 2018, sólo el 17,1% de los jóvenes afro entre 20 y 24 años culminaron la secundaria, esto contrasta con el 38,9 de jóvenes no afro de esa franja estaría.  “Es menos de la mitad en relación a los jóvenes no afro y esto afecta el resto de su trayectoria y desarrollo laboral”, afirmó Coitiño.

Desde una mirada de género, el autor analizó que las jóvenes afro en 2017, mostraban un 20,1 % menos de probabilidades de terminar la secundaria respecto a las jóvenes no afro.  Coitiño subrayó que el tema de los cuidados afecta particularmente a esta población, con impactos negativos en sus trayectorias educativas. “Las mujeres jóvenes afrodescendientes son las que más dedican tiempo a los cuidados, seguida por las jóvenes no afro y los varones afro. Son los varones no afro los que dedican menos tiempo a cuidados.”

También marcó preocupación tanto sobre los datos que arrojan los datos de desempeño escolar así como la falta de datos actualizados.  En este sentido, indicó que en 2018, el 57% de los jóvenes afro no llegaban a nivel de suficiencia en lectura, contrastando con el 38,6% de jóvenes no afro. Luego, se hizo referencia a los factores determinantes no socioeconómicos a partir de los datos generados por Banco Mundial en el año 2020.

Luego, Coitiño presentó datos vinculados a la salud y derechos sexuales y reproductivos. “Un dato ineludible es el de la maternidad adolescente, que tiene una incidencia muy superior para el caso de las jóvenes afrodescendientes en comparación con sus pares”. También hizo referencia que hay una brecha entre las jóvenes afro y no afro si se mira el dato de jóvenes que no han tenido consulta médica en el último año. En 2013, era el 16,3% de las jovenes afro y 11,1% de las jovenes no afro.

En materia de violencia basada en género, también hay una brecha importante. “Ahora, por las situaciones de pobreza, de privaciones que tienden a tener los y las jóvenes afro y sus familias en los territorios, están expuestos a mayor violencia, también a la violencia de tipo urbana. Es un factor común con la región y hay que tenerlo en cuenta y esto hace también al derecho a la salud”, afirmó Coitiño.

Para finalizar y para abordar la situación en materia de participación de la población joven afrodescendiente, el autor tomó como referencia los datos relevados por UNICEF y CEPAL. “El 33% de los jóvenes afro mostraban privaciones en “Tiempo libre”: 40% no participaba en actividades colectivas no deportivas; 8% no había participado en eventos culturales y deportivos en el último mes; 55% no practicaba deporte fuera del liceo; 20% reportaba privaciones en “Información” y el 29% carecía de teléfono celular y 54% no disponía de Internet en el hogar”, destacó.